Boletín
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Índice
Areas kársticas yesosas en Argentina: una necesaria
actualización de datos
Carlos BENEDETTO
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2-10
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ÁREAS KÁRSTICAS
YESOSAS EN ARGENTINA:
UNA NECESARIA ACTUALIZACIÓN DE DATOS
Gypsum karstic areas in Argentina: a necessary update.
Carlos Benedetto
Instituto Argentino de Investigaciones Espeleológicas – INAE
Mercedes Tomasa de San Martín 752 – (CP 5613) Malargüe – Mendoza – Argentina
inaefae@slatinos.com.ar– www.inae.org.ar
Palabras clave: áreas cársicas, carso yesoso,
Poti Malal, lagos hipogeos, Nor-Patagonia, Neuquén, Malargüe,
legislación espeleológica
Key words: karstic areas, gypsum karst, Poti
Malal, Subterranean lakes, North-Patagonia, Neuquén, Malargüe,
speleological legislation
Resumen:
El estudio de los karsts en yeso comenzaron en Argentina hace
poco menos de 30 años. Las primeras exploraciones de
cavernas en yeso se realizaron en la Provincia de Neuquén,
en los faldeos de la Cordillera de los Andes, Nor-Patagonia,
donde se encuentra la Cueva del León (más de
800 metros de desarrollo) y la Sima de Huitrín, única
sima de la Argentina hasta el momento (-55 metros). En los últimos
años, desde 1997, el interés por las cavernas
en yeso se trasladó a la región de Poti Malal,
Malargüe, provincia de Mendoza (también Nor-Patagonia),
a partir del descubrimiento de la Caverna San Agustín
y otras. En esa caverna recientemente se encontraron 3 lagos
hipogeos y en sus cercanías fueron halladas otras cavernas
yesosas, entre ellas una que tiene estimativamente más
de 1 Km. de desarrollo y que está recurrida por un río
subterráneo; se trata, según datos disponibles,
de la caverna yesosa más extensa de Latinoamérica.
El carso yesoso de Poti Malal muestra asimismo una gran importancia
hidrogeológica, ya que en casi todas las cuevas allí descubiertas
hay lagos o cursos de agua activos. En ambos casos (Neuquén
y Mendoza) se trata de cavernas formadas en yesos del Jurásico
y que no cuentan con protección legal real a la fecha,
a pesar de que ambas provincias tienen legislaciones específicamente
espeleológicas.
Abstract:
The study of gypsum karst began in Argentina almost 30 years
ago. The first discoveries in gypsum caves that took place
in the province of Neuquén, in the Andes ,(North-Patagonia)
were “La Cueva del León” (more than 800
meters long) and “La Sima Huitrín” (-55
meters)which is the only vertical cave known in Argentina until
now. Since the discovery of “San Agustín” Cave
and another caves in the last few years (since 1997), interest
has shifted to the gypsum caves in Poti Malal, Malargüe,
Mendoza Province (also North-Patagonia). In San Agustin cave,
there have been recently new discoveries of three subterranean
lakes. Nearby another gypsum cave has been found. It is approximately
1 Km. long and it has a subterranean stream; it might well
be the longest gypsum cave in Latin America. The hydrology
of the Poti Malal Gypsum karst is very important because there
are active subterranean streams and lakes in almost all of
caves discovered so far. In both provinces (Neuquén
and Mendoza), the caves are formed in Jurassic gypsum, and
until now they do not have any real legal protection, although
both provinces have specific laws regarding these caves.
INTRODUCCIÓN
Una revisión de los estudios de los karsts
en yeso en América indica que no hay estudios ni exploraciones
sistemáticas
de este tipo de formaciones en el continente. El Atlas de Cavidades
no Calcáreas del Mundo (CHABERT & COURBON, 1997) señala
que, excepto en Argentina, sólo se registran cavidades
en yeso en Canadá, Chile, Colombia, Cuba y Jamaica, todas
ellas de menos de medio kilómetro de desarrollo. Estas
cavidades parecieran ser casos aislados o cuando menos indican
que los espeleólogos no han dedicado esfuerzos ni energías
para exploraciones en este tipo de formaciones, con la única
excepción de los estudios de las características
hidrológicas e hidroquímicas en carso yesoso de
Punta Alegre (Ciego de Avila, Cuba), luego de la Expedición
Italo-Cubana 1991, en cuyo transcurso se investigaron la dinámica
de la circulación de agua y la evolución química
de la misma (FAGUNDO et al. s/f).
El estudio de las cavernas
en yeso en Argentina se inició con
la historia misma de la espeleología en este país.
En una primera etapa sólo se tenía conocimiento
de la existencia de la Cueva del León. Luego se exploraron
varias otras cavidades en yesos del Jurásico en esa provincia
y en los últimos 7 años estas exploraciones se
intensificaron en la provincia de Mendoza, donde se han producido
los hallazgos más importantes del país y posiblemente
de América Latina a la fecha. Ambas regiones se enmarcan
en lo que climatológicamente y biogeográficamente
denominamos Nor-Patagonia. (Ver Fig. 1). Hay datos de carsos
en yeso en la provincia de San Juan (Barreal-Cerro Mercedario),
pero no hubo hasta ahora exploraciones sistemáticas.
CAVERNAS EN YESO DE NEUQUEN
Neuquén es la provincia más norteña
de la Patagonia Argentina y en ella se han desarrollado importantes
exploraciones en la década de los años ´80
y hasta avanzados los ´90. Las cavidades yesosas más
importantes se encuentran en los departamentos de Loncopué,
Picunches y Pehuenches.
Sin duda la cavidad más importante
en cuanto a su extensión
topografiada sigue siendo, a la fecha, la Cueva del León
(852 m), trabajo realizado por la asociación GEA (Grupo
Espeleológico Argentino). Esta cueva posee un lago hipogeo
que ha sido varias veces explorado por buzos. A partir de ese
trabajo inicial, se sumaron casi una treintena más de
cavernas yesosas en esa provincia, entre las cuales destacamos
también la sima Huitrín (-55 m), que hasta ahora
es la principal cavidad vertical argentina.
Las exploraciones
y estudios de las cavernas yesosas en la provincia de Neuquén
tuvieron, en el período mencionado,
un carácter de actividad permanente, que incluyeron no
solamente las exploraciones, sino también estudios biológicos
y mineralógicos.
A modo de resumen enumeramos los siguientes
hallazgos:
En 1985-86 GEA realizó intensivas exploraciones
en el Norte de la Provincia de Neuquén, en las cercanías
del volcán Tromen, en cuyo transcurso se topografiaron
11 cavidades, entre las cuales se destaca la Caverna de la Yesera
(153 m) y la Cueva Mercedes (104 m y 54 m de desnivel) (REDONTE,
1987). GABRIELE describe (1992) varios fenómenos de meteorización
de la anhidrita en estas cavernas cercanas al Tromen y más
tarde se reportó el descubrimiento de azufre nativo en
la Caverna Mercedes (BALOD & REDONTE, 1995). También
Redonte (com. pers.) detectó la presencia de campos de
dolinas en la zona cercana al Tromen.
Paralelamente, grupos espeleológicos
locales de la provincia de Neuquén (GENEU, GAEMN), iniciaban
la exploración
e inventariado de cavidades en Yeso. El principal trabajo de
relevamiento y posterior catastrado lo realizó el Grupo
Espeleológico del Neuquén (GENEU), el cual incluye
casi 30 cavernas en toda la provincia, destacándose algunas
de desarrollo hectométrico: del León (ya mencionada),
Aguada La Mula (187 m), de la Laguna (215 m), de La Yesera (150
m), Salado I (130 m), Mercedes (ya mencionada), Pichi Neuquén
(515 m), Piedras Blancas (149 m), Salado III (577 m) (DUPONT,
1995).
Algunas de estas cavidades dieron lugar a trabajos específicos
relacionados con estudios geoespeleológicos. (GABRIELE
1991 a, b).
Desde nuestra perspectiva, debemos señalar
que Argentina no tiene cavernas de desarrollo vertical, pero
también
que la principal sima argentina es una caverna en yeso (Huitrín)
(GABRIELE, 1996).
En 1992 el Instituto Argentino de Investigaciones
espeleológicas
(INAE) organizó una expedición a distintas cavernas
de las provincias de Neuquén y Mendoza junto al Dr. Paolo
Forti (Universidad de Bologna – Italia), en cuyo transcurso
se visitó la Cueva del León y se hicieron observaciones
sobre la influencia del clima en la evolución de las formas
cársicas epigeas e hipogeas, con especial atención
a la formación de “gypsum chimneys” y “gypsum
dust flowstones”. (FORTI, 1992; FORTI et al, 1993).
Un año
antes, el mismo INAE organizó una expedición
a la zona junto a los bioespeleólogos brasileños
Eleonora Trajano y Pedro Gnaspini Netto, quienes realizaron el
primer relevamiento serio de la fauna en Cueva del León
(TRAJANO, 1991). Como consecuencia ulterior de esa expedición,
el bioespeleólogo mexicano José Palacios Vargas
describió una nueva especie de microartrópodo en
Cueva del León y señaló datos interesantes
sobre convergencia evolutiva a partir de ese hallazgo (PALACIOS
VARGAS, 1999).
LEGISLACION E INTERRUPCION DE LAS EXPLORACIONES
La Legislatura de la Provincia de Neuquén
aprobó en
1997 la Ley 2213, que está dedicada a la protección
y estudio de las cavidades naturales. El comienzo de la vigencia
de esta ley hacía pensar que
se produciría un avance significativo para la protección
de las casi 100 cavernas neuquinas (incluyendo las 30 cavidades
yesosas aquí aludidas) y un estímulo institucional
al trabajo de las asociaciones espeleológicas.
Sin embargo,
y tomando como excusa un derrumbe producido en 1998 en la Cueva
del León, las autoridades provinciales decidieron
prohibir toda actividad espeleológica en el territorio
provincial. Investigaciones posteriores realizadas por la Federación
Argentina de Espeleología (FAdE) demostraron que detrás
de la prohibición se esconde la intención de excluir
a los espeleólogos para facilitar la habilitación
de varias cavernas neuquinas al turismo sin controles. El proyecto
incluiría la derogación de la Ley 2213, y esta
situación ha originado varias denuncias de los espeleólogos
ante organismos de control del gobierno de Neuquén.
Mientras
tanto, las actividades espeleológicas están
suspendidas, las asociaciones espeleológicas provinciales
parecen haber entrado en una etapa de “hibernación” (y
en algunos casos una aparente disolución), lo cual ha
interrumpido literalmente todas las exploraciones y todos los
proyectos exploratorios y científicos relacionados con
el importante patrimonio espeleológico de esa provincia.
Eso ha favorecido, no obstante, el desarrollo de las actividades
espeleológicas en otras provincias, especialmente Mendoza,
donde las exploraciones en los carsos yesosos del sur provincial
(Departamento de Malargüe) han adquirido gran resonancia
pública gracias a los hallazgos de los últimos
5 años.
Fig.
1 – Argentina. Provincias de Neuquén
y Mendoza con sus áreas cársicas yesosas.
ESPELEOLOGIA Y CAVERNAS EN YESO EN MENDOZA
Hasta 1997 el sur de la Provincia de Mendoza era
conocido por las actividades en Caverna de Las Brujas y en algunas
cavernas
basálticas (Cueva del Tigre). Incluso las expediciones
argentino-brasileña (1991) e italo-argentina (1992) desarrollaron
sus actividades en Mendoza en estas cavidades (TRAJANO, op cit;
FORTI, op cit), sin mayores datos sobre cavidades yesosas.
Hasta
entonces sólo se tenían, en Malargüe-Mendoza,
datos de unas pocos abrigos yesosos de no más de 6 metros
de profundidad, aun a pesar de que la mera observación
de las fotos satelitales indicaban la posibilidad muy firme de
existencia de cavernas en varias regiones de la provincia.
En 1996 se inició, a escasos 30 km de la ciudad de Malargüe
en dirección a la Cordillera, la exploración de
un pequeño carso yesoso de reducidas dimensiones, en el
que se relevaron unas 10 cavidades de poco desarrollo (la mayor
de ellas de tan solo 34 m) y de actividad hídrica inexistente,
pero con algunas curiosidades mineralógicas observadas
por Paolo Forti y Franco Urbani y que dieron lugar a un breve
informe (URBANI & BENEDETTO, 1998) en el que se informa sobre
la existencia de espeleotemas de cristal de yeso. Las cavernas
fueron denominadas con el nombre de Pincheira y numeradas de
I a X.
Sin embargo, los más importantes aportes al estudio
de las cavernas en yeso en el Departamento de Malargüe se
iniciarían
en el mismo año 1997 en Poti Malal, nombre de un río
afluente del Río Grande, el más caudaloso y el
menos aprovechado de la provincia de Mendoza.
Diez kilómetros
antes de su desembocadura en el Río
Grande, el río Poti Malal forma un valle rodeado de macizos
yesosos jurásicos de gran potencia. En ellos se describió la
Caverna de San Agustín (BENEDETTO, 1998, 1999, 2000),
y más tarde en las zonas aledañas se descubrieron
otras cavidades sobre las cuales todavía no se han hecho
reportes en revistas especializadas aunque sí abundantes
informaciones periodísticas.
EL KARST EN YESO DE POTI MALAL
La primera caverna explorada y topografiada en
Poti Malal fue San Agustín, aunque exploraciones posteriores
dieron como resultado la aparición de nuevas cavernas,
casi todas ellas hidrológicamente activas todo el año
o estacionalmente: Federación, Doña Palmira, Sima
de Leiva, La Buitrera, de los Cangrejos, de la Gotera, Miranda,
de Llano Grande, de
la Lechuza. La espeleometría de estas cavidades van de
los 20 metros a varios centenares de metros. En dos casos (Miranda
y Cangrejos) se trata de cavernas recorridas por arroyos hipogeos.
En otros dos casos (San Agustín y Doña Palmira)
se trata de cavernas que contienen espejos de agua hipogeos.
En todos los casos, las aguas epigeas emergen en surgentes epigeas
que constituyen luego arroyos tributarios del río Poti
Malal. Hay asimismo numerosos arroyos que emergen de los potentes
macizos yesosos de la región (de hasta 300 metros de espesor),
sin haberse hallado hasta el momento las cavidades respectivas
por no estar visibles las bocas de acceso.
Las exploraciones sistemáticas
del área se iniciaron
a fines de 1997 y continúan a la fecha. Desde el año
2000 los trabajos de exploración y topografiado los realiza
el INAE junto a la asociación espeleológica inglesa
Mendip Caving Group (MCG), éste último bajo la
dirección de Tim Francis. De estos trabajos anuales se
resume la siguiente información:
Caverna San Agustín (450 m – topografía
parcial): Se trata de una gran sala con parte del techo
colapsado y a cuyo piso inferior se desciende por un talud de
arena de
unos 60 metros lineales. En esta parte inferior el techo tiene
una altura de casi 20 metros y desde allí parte una galería
ascendente abierta por grandes derrumbes. (Ver Fig.2 ). En las
primeras observaciones llamaba la atención la existencia
de una surgente de agua de dimensiones considerables al pie del
cerro donde se encuentra la cavidad (FRANCIS, 2002) y se especulaba
con la posibilidad de que la caverna pudiera contener agua, hipótesis
apoyada por la observación, en Cueva Federación
(Ver Fig. 3), de marcas de niveles de agua aparentemente estacionales.
Así fue que a fines de 2002, en el transcurso de una expedición
espeleológica argentino-croata, se descubrieron dos lagos
hipogeos bautizados con los nombres de “Croacia” y “Argentina”,
de mayores dimensiones incluso que el lago de la Cueva del León
en Neuquén. A fines de ese mismo año el INAE organizó la
exploración subacuática de estos lagos, con el
concurso de tres buzos de la organización MENDOZASUB,
quienes midieron una profundidad de hasta 18 m en el segundo
de los lagos, como asimismo la existencia de un túnel
profundo que no pudo ser explorado en esa oportunidad. A principios
de 2003, en una segunda exploración, los buzos recorrieron
ese túnel y hallaron un tercer lago, que en realidad es
una cámara donde se experimentó falta de oxígeno
y que conformaría en realidad un gigantesco sifón,
ya que el mencionado túnel tiene una extensión
de 60 m. A ese tercer lago, lamentablemente, solamente puede
llegarse buceando y no por las técnicas espeleológicas
tradicionales.
Estos descubrimientos en el interior de San Agustín
permitieron respaldar la idea de que las cavernas de Poti Malal
constituyen
un gran sistema hidrológico del que sólo se está conociendo
una mínima parte.
Cueva Federación (350 m – topografía parcial):
se trata de una caverna descubierta a principios de 2000, con
una gran sala inicial y estrechas galerías laterales muy
concrecionadas, con algunos pasadizos de singular belleza. La
caverna muestra indicios de que parte de sus salas están
estacionalmente anegadas. Se encuentra en el mismo macizo que
Cueva San Agustín y a escasos 300 metros una de otra.
No se ha encontrado la conexión entre ambas, pero se especula
con que la misma existe en algún punto de sus respectivas
topografías.
Cueva Doña Palmira: Es una pequeña cavidad de
la que al principio se habían relevado sólo 20
metros, pero que en exploraciones posteriores arrojó cifras
superiores, todavía no dibujadas. Su extensión
total no sería considerable, aunque es de señalar
su pequeño espejo de agua hipogeo como indicador de actividad
hidrológica.
Cueva Miranda (750 m ¿?). Las cavernas hasta aquí mencionadas
se encuentran en la margen derecha del río Poti Malal.
En cambio Miranda se encuentra en el margen izquierdo, a muy
poca distancia de San Agustín-Federación. La zona
fue explorada en 2002 por espeleólogos ingleses (MCG)
y argentinos (INAE), notándose que varios arroyos epigeos
se pierden en los macizos yesosos, como que asimismo hay arroyos
hipogeos que emergen de esos macizos. Casi toda la campaña
2002 se dedicó a buscar las conexiones entre esos cursos
de agua y las cavernas. Finalmente, en 2003 se decidió explorar
una surgencia en el puesto Miranda. Los espeleólogos debieron
recorrer arrastrándose sobre el lecho del arroyo subterráneo
varios cientos de metros. En muy pocos pasadizos pudieron hacer
pie y luego de recorrer unos 750 m debieron regresar por el intenso
frío del agua y la falta de equipos. Sin embargo estimaron
que la longitud total de la cueva puede superar el kilómetro,
con lo que se transformaría en la caverna de yeso más
extensa de Argentina y de América, a juzgar por los datos
disponibles a la fecha. Exploraciones epigeas apoyan esta hipótesis
y además arrojan la existencia de muchas otras cavidades
en el mismo macizo yesoso, en fallas visibles y en cercanía
de arroyos hipogeos que se pierden en la montaña (Ver
Fig. 4).
Fig.2 – Planta de la Caverna San Agustín – FADE
2003
NECESIDAD DE UN ESTUDIO INTEGRAL
Las cavernas San Agustín, Federación, Palmira
y Miranda se encuentran en lo que llamamos “Valle de Poti
Malal”, que en realidad es una parte de la cuenca relacionada
con este río. Las otras cavidades mencionadas al principio
se encuentran fuera del esta sub-área (Ver Fig. 5) y son
de dimensiones más reducidas, pero comparten la característica
de ser hidrológicamente activas. El río Poti Malal
viene a ser, en este carso, el principal colector de un sistema
hidrológico hipogeo del cual hasta el momento tenemos
pocos datos, como los aquí resumidos. Las exploraciones
no se detienen y cada campaña a la zona arroja más
información sobre cavernas hasta ahora no relevadas.
Al promediar al año 2003, la Federación Argentina
de Espeleología está estudiando la posibilidad
de elaborar un proyecto de relevamiento integral del carso yesoso
de Poti Malal con algún tipo de financiamiento externo,
habida cuenta de que la magnitud de la formación hace
pensar que se trata de un verdadero sistema de grandes proporciones
y que merece un estudio integral.
Mención aparte merecen
las áreas yesosas de Sierra
de Reyes, Cordón Cara Cura, El Sosneado y las Leñas
y Valle Hermoso, también dentro de Mendoza, al norte del área
actualmente en estudio. Éstas no han sido exploradas,
pero los espeleólogos tienen hipótesis de que se
trata de sitios con ocurrencia de cavidades yesosas de importancia.
ASPECTOS PROTECCIONISTAS
La provincia de Mendoza tiene, desde 1993, la primera ley de
espeleología en Argentina, aunque de alcance provincial
(Nro. 5978). La autoridad de aplicación de esta Ley
es la Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR)
de la Provincia, pero hasta el momento sólo se ha ocupado
de administrar la Reserva Natural Caverna de Las Brujas, la
cual está habilitada al turismo y constituye entonces
un emprendimiento de tipo económico que aparentemente
sería prioritario en comparación con otras formaciones
cársicas no rentables.
Las otras cavidades naturales
del Departamento de Malargüe
y del resto de Mendoza no están siendo objetivo de protección
específica por parte de las autoridades. Esto significa
que la protección de esas cavidades es producto del
entendimiento entre los espeleólogos (que a menudo deben
ocultar información para que la misma no caiga en manos
de operadores de turismo ilegal, que abundan en la región)
y los habitantes del lugar.
En varias oportunidades el Valle de Poti Malal ha sido visitado
por operadores de turismo irregular, pero sin resultados. Los
espeleólogos han formulado denuncias penales para evitar
la invasión de turistas al lugar, y todo ello es producto
de que Mendoza todavía no posee una política
integral y decidida de proteger el patrimonio espeleológico.
Pareciera que solamente importa proteger un bien (la Caverna
de Las Brujas) que además configura un buen negocio.
Es posible que Poti Malal despierte el interés de las
autoridades si se confirmara su valor turístico potencial,
cosa todavía no resuelta a partir de que estamos ante
un sistema de cavernas de un yeso que no parece muy estable
para este tipo de actividad comercial.
Pero por el momento los espeleólogos y los lugareños
son los únicos interesados en proteger las cavernas
yesosas del valle de Poti Malal.
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. Franco Urbani
(Sociedad Venezolana de Espeleología),
por la lectura crítica del borrador de este trabajo, y
al Sr. Gabriel Redonte (Grupo Espeleológico Argentino,
Buenos Aires) por los datos actualizados de catastro.
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Fig. 3 – Planta de la Cueva Federación – MCG 2001
Fig.
4 – Planta de Cueva Miranda – MCG-INAE 2003
Fig.
5 – Valle de Poti Malal. Dibujo de Tim Francis (MCG)